Lecturas bíblicas
Hch 2,1-11:
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería.
1Cor 12,4-7.12-13
Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común.
Porque, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todo hemos bebido de un solo Espíritu.
Claves para desarrollar:
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- En la fiesta de Pentecostés, Dios Padre envía el Espíritu Santo sobre los Apóstoles. Así se cumple la promesa de Jesús.
- El Espíritu Santo es Dios, como el Padre y el Hijo, y habita en nuestro corazón. Es la tercera persona de la Santísima Trinidad.
- Por el Espíritu Santo participamos del amor que une a Jesús con Dios Padre.
- El Espíritu Santo da vida a la Iglesia y hace de ella una comunidad de hermanos.
- Por el Espíritu Santo nacemos a la vida cristiana en la Iglesia, para ser luz del mundo.
Ayudas para el desarrollo: