Evangelio según san Juan

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: -No perdáis la calma, creed en Dios y creed también en mí.
En la casa de mi Padre hay muchas estancias, si no os lo habría dicho, y me voy a prepararos sitio.
Cuando vaya y os prepare sitio volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros.
Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.
Tomás le dice: -Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo podemos saber el camino?
Jesús le responde: -Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.
Felipe le dice: -Señor, muéstranos al Padre y nos basta.
Jesús le replica: -Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: «Muéstranos al Padre»? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí.
Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores. Porque yo me voy al Padre. PALABRA DEL SEÑOR

COMENTARIO breve
Nuestra muerte, cuando llegue, será el regreso de Jesús para cogernos de la mano y llevarnos al Cielo. El camino es
él mismo. La meta es el Padre. La luz y la fuerza nos las da el Espíritu Santo. Que nuestra fe, vivida en la caridad
efectiva, borre las oscuridades que nos rodean y nos lleve a hacer obras de vida y esperanza.
¡Feliz “Día de la madre”!

QUINTO DOMINGO DE PASCUA