CAPÍTULO SEGUNDO: Un extraño en el camino.
El Papa ilumina la cruda realidad de nuestro mundo, que ha descrito anteriormente, desde la Palabra de Dios, concretamente con la parábola del buen samaritano que narra San Lucas en el capítulo 10 de su evangelio (Lc. 10, 25-37).
Leamos una y otra vez los números 56 al 86. En ellos Francisco comenta la parábola, con su trasfondo en el antiguo y en el nuevo Testamento (exigencia de amar y cuidar al otro, incluyendo al emigrante y al extranjero); deteniéndose en el hombre herido (caído en la cuneta del camino), cuya historia se sigue repitiendo hoy en tantos lugares. Después describe cada uno de los personajes del relato evangélico: los salteadores, los que pasan de largo (que eran personas religiosas) y el hombre herido.
A partir del número 77 el Papa nos llama a recomenzar la historia de rehabilitación y auxilio de las sociedades heridas, a vivir en concreto el amor fraterno y hacerlo sin esperar reconocimiento ni gratitud.
Todos los hombre y mujeres del mundo son nuestros prójimos.