Domingo II de Cuaresma

PALABRAS DE JESÚS RESUCITADO | EN BUSCA DE JESÚSCanto:

NOS HAS LLAMADO AL DESIERTO, SEÑOR DE LA LIBERTAD, Y ESTÁ EL CORAZÓN ABIERTO A LA LUZ DE TU VERDAD.
SUBIMOS CON ESPERANZA LA ESCALADA CUARESMAL, EL PUEBLO DE DIOS AVANZA HASTA LA CUMBRE PASCUAL.

1. Tu pueblo, Señor, camina desde la aurora al ocaso: a tu Pascua se encamina y te sigue paso a paso.

2. Señor, te reconocemos y tu Palabra escuchamos, tus caminos seguiremos y tu ley de amor cantamos.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 28b-36

En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos.
De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús:
—«Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
No sabía lo que decía.
Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía:
—«Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle».
Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto. Palabra del Señor.

PARA REZAR

Transfigúrame, Señor, transfigúrame.
Quiero ser tu vidriera,
tu alta vidriera azul, morada y amarilla.

Quiero ser mi figura, sí, mi historia,
pero de ti en tu gloria traspasado.
Transfigúrame, Señor, transfigúrame.

Mas no a mí solo,
purifica también a todos los hijos de tu Padre
que te rezan conmigo o te rezaron,
o que acaso ni una madre tuvieron
que les guiara a balbucir el Padrenuestro.

Domingo II de Cuaresma – La Transfiguración del Señor