+ Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 1-8

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.  Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.

Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».

Palabra del Señor.

COMENTARIO breve: Si no queremos que nuestra vida sea insulsa, anodina, triste, sin sentido, “agarrémonos” a Jesucristo.
Pidámosle que su Espíritu “pode” nuestro egoísmo, nuestra envidia, nuestra apatía, nuestra… y, como dice el Evangelio, nos una fuertemente a Él -como el racimo de uvas a la cepa, a la vid-, para que demos frutos de amor y entrega a los demás.

Hoy, nuestra Diócesis celebra la XII JORNADA DEL DIACONADO PERMANENTE. Recemos por los ya ordenados (cinco), por los candidatos (seis), y para que otros varones -casados y solteros- sean permeables a la llamada del Señor, que los quiere enviar a los hermanos como servidores de la misericordia divina. Buen domingo y buena semana para todos/as.

5º. Domingo de Pascua // XII Jornada diocesana del Diaconado Permanente