Domingo de Ramos Primera lectura del profeta Isaías (50,4-7) El Señor Dios me ha dado una lengua de discípulo; para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los discípulos.
Domingo 5º de Cuaresma
Lectura del santo evangelio según san Juan 12, 20-33 En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: —«Señor, quisiéramos ver a Jesús».
Solemnidad de San josé
Himno litúrgico: Porque fue varón justo le amó el señor y dio el ciento por uno su labor. Humilde magisterio bajó el que Dios aprende: ¡Que diga, si lo entiende, quien sepa de misterio! Si Dios en cautiverio se queda
Domingo cuarto de Cuaresma
Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 14-21 En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: —«Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que
Tercer domingo de Cuaresma
Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 13-25. Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y,
Domingo II de Cuaresma
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 2-10 En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron
Domingo primero de Cuaresma
Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 12-15 En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron
6º Domingo del Tiempo Ordinario
EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo: «Quiero: queda limpio». La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio.
La Natividad del Señor
HIMNO PARA REZAR Te diré mi amor, Rey mío, en la quietud de la tarde, cuando se cierran los ojos y los corazones se abren. Te diré mi amor, Rey mío, con una mirada suave, te lo diré contemplando tu