CANTO: Postrado ante la Cruz en la que has muerto y a la que yo también te he condenado, sólo puedo decirte que lo siento, sólo puedo decirte que hoy te amo. Y te pido perdón por mis errores y te pido perdón por mis pecados.
PERDÓNAME SEÑOR, HOY ME ARREPIENTO, PERDÓNAME, MI DIOS CRUCIFICADO.
Yo he cargado de espinas tu cabeza cuando he vuelto la espalda a mis hermanos.
Yo he llenado tu cuerpo de tormentos cuando a algún semejante he despreciado.
Y yo clavo en la Cruz tus manos y tus pies siempre que a mis amigos yo defraudo.
PERDÓNAME SEÑOR, HOY ME ARREPIENTO, PERDÓNAME, MI DIOS CRUCIFICADO.
Yo he colmado tu faz de sufrimiento cuando he visto injusticias y he callado.
Yo he sembrado tu alma de amargura al fingir siempre ser un buen cristiano.
Yo atravieso tu pecho con la lanza siempre que espero amor y yo no amo.
PERDÓNAME SEÑOR, HOY ME ARREPIENTO, PERDÓNAME, MI DIOS CRUCIFICADO.

Lectura del santo evangelio según san Juan 8, 1-11

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron:
—«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?».
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo.
Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo.
Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
—«El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra».
E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos.
Y quedó sólo Jesús, con la mujer, en medio, que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó:
—«Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?».
Ella contestó:
—«Ninguno, Señor».
Jesús dijo:
—«Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».

Palabra del Señor.

Comentario muy breve: Está muy claro, ¿no? Pues…¡eso!

Preparémonos para vivir en el hondón del alma la Semana Santa y, para ello, busquemos el perdón sincero en la celebración del sacramento de la Penitencia. ¿Cuando? Por ejemplo aquí, en la Parroquia el viernes 8 a las 8 de la tarde. Feliz Domingo para todas/os.

domingo 5º de cuaresma